Este término, acedia, lo oí no hace mucho tiempo, me impactó por lo inusual, pero no la traducción, ya que significa «pereza» y es algo en lo que trabajar cada día.

El viernes oía en la radio, que la acedia tiene un problema, corre poco, y por ello, todas las tentaciones la alcanzan.

¿Cuándo hacemos estamos en zona de riesgo? Cuando nos vaciamos de bien, cuando perdermo la línea de la calma y nos encontramos en zona de ruido y todo empieza cuando nos aburrimos.

Hay un dicho muy castellano que dice: «si quieres que no te hagan un favor, pídeselo a una persona desocupada» esto no quiere decir que todos los que están ocupados sean buenos o malos hacia los demás, pero lo que si es cierto es que cuanto menos hacemos, menos queremos hacer.

Nada cansa más que no hacer nada, y desde luego nada es más tentador que el aburrimiento, que desemboca en falta de ilusión y de objetivos en la vida. Tener objetivos ilusionantes son el mejor modo de crecer personal y profesionalmente, hagamos la carta a los reyes magos, pongamos objetivos estimulantes.

Mantenernos en zona de Calma, pase lo que pase, incluso en esos momento de «Acedia», no sucumbir ante las tentaciones que surgen en esos difíciles momentos de falta de fuerza de voluntad, ser humildes interiormente, con profundo desprendimiento hacia lo que nos rodea y tener una actitud de generosidad en lo que hacemos cada día hacia los demás, unido con perdir a Dios la fuerza diaria para conseguir hacer todo lo anterior, no es un mal comienzo.

Buen mes de julio